jueves, 23 de junio de 2011

Democracia, Ciudadanía y Participación para el Ciclo Básico del Nivel Medio

La Democracia como estilo de vida
Objetivos:
Comprender a la Participación para el Bien Común como uno de los elementos fundamentales de la Democracia.
Valorar que en Democracia, los individuos que conforman la sociedad, se re-descubren entre sí por la participación.
Adquirir habilidades para transformar los conflictos en oportunidades, para construir un estilo de vida democrático.
Asumir libremente actitudes que favorezcan a la integración de los compañeros con más dificultades.

Propuesta:
            Lee el Cuento “La sopa de piedras” y responde:

1)      Nombra los personajes del cuento señalando las características que tiene cada uno
2)      ¿Qué conflicto se presenta al inicio del relato?
3)      ¿Qué aportó cada uno de los personajes?¿era suficiente para sí mismo?
4)       Lo que cada uno aportó en primer lugar, separado del resto y en segundo lugar, lo aportado a la sopa de piedras, ¿fue suficiente para todos?
5)      ¿Cuál elemento de este relato te parece que representa mejor a la Democracia?
6)      ¿Te parece oportuno y conveniente que todos recurran al gobernante del pueblo para solucionar la escasez de alimentos?
7)      ¿Qué valor importante descubrió el pueblo, luego de saciar su hambre?
8)      ¿Podrías explicar en base al relato en qué consiste la Democracia?
9)       Busca un artículo periodístico donde se resalten las características de la Democracia halladas en el cuento.
10)  Preparamos, con el curso, la representación del Cuento “La Sopa de Piedras”, para el Acto del 9 de Julio; pensando en plantear una reflexión sobre que Democracia queremos para nuestra Argentina.   

LA SOPA DE PIEDRAS

Había  una vez, hace muchísimos años, un país que acababa de pasar por una guerra muy dura. Como ya es sabido, la guerra trae consigo rencores, envidias, muchos problemas, muertos y mucha hambre. La gente no puede sembrar, ni segar, no hay harina, ni pan.
Cuando este país acabó la guerra y estaba destrozado, llegó a un pueblecito un soldado agotado, harapiento, y muerto de hambre. Era muy alto y delgado.
Hambriento llegó a una casa, llamó a la puerta y cuando vio a la dueña le dijo:
-Señora, ¿no tiene un pedazo de pan para un soldado que viene muerto de hambre de la guerra?
La mujer le mira de arriba abajo y le responde:
-Pero, ¿estás loco? ¿No sabes que no hay pan, que no tenemos nada? ¡Cómo te atreves!
Y a golpes y a patadas, lo sacó fuera de la casa.
Pobre soldado. Prueba fortuna en una  y otra casa, haciendo la misma petición y recibiendo a cambio, peor respuesta y peor trato.
El soldado ya casi desfallecido, no se dio por vencido. Cruzó el pueblo y llegó al lavadero público. Halló unas cuantas muchachas y le dijo:
-Muchachas, ¿nunca han probado la sopa de piedras que hago?
Ellas se burlaron de él diciendo:
-¿Una sopa de piedras? No hay duda que estás loco.
Pero había unos niños que estaban espiando y se acercaron al soldado cuando se iba decepcionado.
-Soldado, ¿te podemos ayudar?- le preguntaron.
-Claro que sí. Necesito una olla muy grande, un puñado de piedras, agua y leña para hacer fuego.
Rápidamente los niños fueron a buscar lo que el soldado había pedido. Encienden el fuego, ponen la olla, la llenan de agua y echan las piedras. El agua comenzó a hervir.
-¿Podemos probar la sopa?- le preguntaron con impaciencia los niños.
-Calma, calma.
El soldado la probó y dijo:
-Que buena, pero le falta un poco de sal.
-En mi casa tengo sal-dijo un niño. Y salió corriendo por ella.
La trajo y el soldado la echó en la olla.
Al poco tiempo volvió a probarla y dijo:
-¡Que rica! Pero le falta un poco de tomate.
Y un niño, que se llamaba Luis, fue a su casa a buscar tomates y los trajo enseguida.
En un momento, los niños fueron trayendo otras cositas: papas, lechugas, arroz y hasta una pedazo de pollo.
La olla se llenó. El soldado la revolvió varias veces. De nuevo la probó y dijo:
-Vayan, avisen al pueblo que vengan a comer. Hay para todos. ¡Que traigan platos y cucharas!
Repartió la sopa. Hubo para todos los del pueblo que, avergonzados, reconocieron que, si bien era cierto que no tenían pan, juntos podían tener comidas para todos.
Y, desde aquel día, gracias al soldado hambriento, aprendieron a compartir lo que tenían.

Marcia Brown
Escrita en 1947

La "Sopa de Piedras" es una comida tradicional Portuguesa. Ésta es la Receta:
http://recetasdemartha.blogspot.com/2009/05/sopa-de-piedra.html

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